sábado, 8 de octubre de 2011

si te lias te fumo, y si te rayas te esnifo.

Me hice yonki de ti, de ese amor que encontraba en cada gesto, de esos segundos en los que el tiempo se paraba y el ruido hacía la concesión de desaparecer, me enganché a tus sonrisas, a tus palabras amables, a que me dijeses gracias, a tus saludos.
He sido, soy y seré adicta a tus miradas, a la eternidad de tus promesas, al dulzor de tus caricias, al calor de tus abrazos, a tus mil y un cambios de ánimo y a esa risa tuya que es simplemente inolvidable, adicta a tus mudas palabras que dicen tanto, a tus puntos infantiles y a los que no lo son tanto.
No creo que haya una terapia para curarme de esto, y no precisamente por falta de enfermos, sino por falta de cura y de ganas de curarse.

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